Desde las montañas del Cáucaso, los campos de Asia Central y las calles de Moscú… hasta Liberty City.
Aquí estamos. Algunos llegamos hace años con una maleta llena de sueños, otros nacimos aquí con las historias de nuestros abuelos contadas una y otra vez durante las cenas familiares.
Hoy, en cada esquina de Liberty City se escucha un acento que mezcla ruso, georgiano, uzbeko, ucraniano, armenio... y un inglés con carácter propio. En una panadería puedes encontrar chebureki caseros al lado de un café con bagels, y en los mercados locales, los sabores de Eurasia siguen vivos: especias, té negro, miel de nuestras tierras.
