Duermo con los ojos abiertos,
como quien teme soñar.
Mis manos tiemblan de frío,
no por el viento,
sino por tu ausencia.
A veces creo verte
en la forma de las sombras,
y le hablo al eco,
esperando que alguna vez
me responda tu voz.
Pero aún espero…
como la luna espera al sol,
sabiendo que nunca lo tocará,
pero lo ama igual.
— Daijina no Hito