QUE EN PAZ DESCANSES PRIMO MAX
Hoy me despido con profundo pesar de Maxwell Blythe. Tuve el honor de ser su instructor en el ESU, de liderarlo cuando era sargento del ESS1 y de seguir combatiendo junto a él cuando fui su teniente. Más tarde, como fiscal, trabajé codo a codo con él, cuando el hombre ya era un Sargento, y en todo ese tiempo nunca perdimos la amistad.
Maxwell fue un hombre de valor, integridad y compromiso inquebrantable con quienes servía y defendía. Su profesionalismo solo era superado por su calidad humana.
Descansa en paz, Maxi, hermano. Tu legado vivirá en todos los que tuvimos el privilegio de conocerte y aprender de tí.