"la religión no te da respuestas, te da instrucciones"

Anoche vi Heretic, (muy meh, un 3/5) me dejó con esa sensación incómoda de cuando te das cuenta de que algo no está bien, pero todos actúan como si sí. Lo que me llevó a escribir este artículo es como se plantea el creer porque te toca, porque estás ahí, porque hacer preguntas es más trabajo. Es ese tipo de fe que no nace del convencimiento, sino de las tradiciones pasadas de la familia, de la comunidad e incluso globales.

Toda esta iluminación me guió a pensar en cuántas veces en la universidad, en política, en redes, se nos permite “cuestionar”… siempre que no toquemos lo esencial. Como si las instituciones ya supieran cómo reciclar la crítica y usarla para demostrar lo modernas y abiertas que son.

Lo más triste de esto es ver cómo los mensajes se vacían y siguen circulando igual, como si el acto de repetirlos ya fuera suficiente. Yo misma lo he hecho: decir cosas sin pensarlas demasiado, simplemente porque ya estaban ahí, listas para usar. La fe, las ideologías, incluso los ideales progresistas, todos terminan convertidos en etiquetas.

Y en este mundo donde todo se diluye, hasta la duda se vuelve mercancía. Así que, después de reflexionar un poco, lo único que me quedó claro es que la fe no se fue; solo se disfrazó. ¿Y tú que opinas? Te estoy leyendo. Hago un punto para agradecer el apoyo y los buenos comentarios tras el blog. ¡Me ayudarían a crecer si siguen interactuando y compartiendo!